Si estás buscando dónde comer en Trujillo, aquí encontrarás la mejor selección de restaurantes de la villa.
La oportunidad perfecta para saborear la extraordinaria materia prima de esta región.
Con 12 Denominaciones de Origen y 5 Indicaciones Geográficas Protegidas, Extremadura es una fuente de riqueza gastronómica.
Destacan sus carnes premium (cerdo Ibérico, ternera de raza Retinta, cordero con IGP Corderex), sus quesos (Torta del Casar, Ibores, La Serena…), el pimentón de La Vera, las cerezas del Valle del Jerte, el tomate de Miajadas…
En cuanto a platos, además de los omnipresentes embutidos ibéricos y quesos, puedes disfrutar de las migas extremeñas, el zorongollo (ensalada de tomates y pimientos con cebolla), cochifrito (pequeños pedazos de cochinillo fritos con ajo), la moraga trujillana (carne magra de cerdo a la brasa), la prueba de cerdo, la patatera (parecido al chorizo con puré de patata, más blando y se unta en pan), manteca colorá, flores extremeñas (dulces con forma de flor), perrunillas (mantecados)…
En mayo se celebra la Feria Nacional del Queso de Trujillo, el mejor lugar para conocer y descubrir la inmensa variedad y calidad de quesos que se producen en Extremadura.
Y al final descubrirás múltiples ideas para aprovechar al máximo tu estancia en esta preciosa villa.
Bib Gourmand de la Guía Michelín.
Recomendado por la Guía Repsol.
Precio aprox: 37-59€/persona (sin bebida).
Abre de jueves a lunes para comidas y cenas. Cierra martes y miércoles.
El Restaurante Alberca es el restaurante más destacado de Trujillo.
Bib Gourmand de la Guía Michelín (calidad a buen precio), recomendado por la Guía Repsol y Premio al Restaurante Mejor Conservador del Recetario Tradicional Extremeño de la sección gastronómica del diario Hoy de Extremadura, llamada En Salsa.
Es un asador que destaca por la calidad de su materia prima y su excelente ejecución en un ambiente rústico con encanto y con una terraza muy agradable.
Abierto en 1997 por Rafael Clemente, gran profesional de la hostelería que tenía una discoteca en la villa y quería evolucionar, y su mujer, María Teresa García, en poco tiempo lo convirtieron en uno de los principales restaurantes tradicionales de Trujillo.
Pero desde que hace unos pocos años asumió las riendas su hijo, el chef Mario Clemente, ha dado una vuelta de tuerca hacia un concepto más gastronómico, elevando el nivel de las elaboraciones, evolucionando la carta, incluyendo menús degustación y reduciendo aforo.
Con esta evolución están logrando un éxito creciente que le ha abierto la puerta del reconocimiento de las grandes guías gastronómicas y la difusión mediática.
Y eso que Mario de primeras no quería ser cocinero, sino futbolista.
Pero a los 16 años una rotura de ligamento le recondujo al mundo culinario y probó a estudiar cocina.
Le encantó y pasó a formarse en grandes templos como BIBO de Dani García y, sobre todo, en Etxebarri, el primer asador del país, con 1 Estrella Michelín y entre los 10 Mejores Restaurantes del Mundo año tras año según los 50 Best, uno de los principales ranking gastronómicos del planeta.
Como todo el que pasa por el gran templo Etxebarri aprendió a amar el producto y respetarlo, y no solo animal, sino también a saber apreciar y recoger verduras en su punto en el huerto, y aprender a darles el toque perfecto para obtener el máximo sabor.
Un concepto integral para lograr la excelencia.
Aprender del gran genio Bittor Arguinzoniz, propietario y cocinero del asador vasco, le introdujo en el poco conocido y lleno de posibilidades mundo de la maestría parrillera, que utiliza para la mayor parte de elaboraciones, más allá de carnes, pescados y hortalizas.
Pero siempre, con el respeto debido a recetas tradicionales donde su madre sigue entre fogones aportando sabiduría ancestral.
Es un asador donde todo gira en torno a la parrilla con leña y carbón de encina y, por tanto, a las virtudes de un producto extraordinario que hay que saber elaborar y tratar bien.
Como decía el gran cocinero Pedro Arregui, del mítico Asador Elkano de Getaria: “el secreto está en comprar bien y no estropearlo”.
Vaca extremeña madurada, ternera retinta, cerdo ibérico… en carnes Extremadura es El Dorado.
Pero también ofrece atún rojo y los pescados de calidad que pueda obtener en una villa de interior.
Todo ello con una presentación muy cuidada.
Y no te pierdas los sugerentes postres, donde pone un mimo que denota su gran amor por la repostería.
Por cierto, si te llama la atención el nombre de uno de sus dulces: “¡Ups! Se me ha caído la tarta de queso”, es un homenaje a la genialidad de Massimo Bottura, chef de la Ostería Francescana de Módena, uno de los mejores restaurantes del mundo, con 3 Estrellas Michelín y siempre referente universal.
Un día, su repostero jefe llamado Taka (Takahiko Kondo), portaba dos tartas de limón para servir y se le cayó y rompió una en la encimera.
Tenían mucho trabajo y no había más tartas. Un restaurante de semejante nivel no podía cometer estos fallos.
A punto de suicidarse el japonés, Massimo observó con detenimiento el plato y se le ocurrió la genialidad.
Lo que hicieron fue romper también la que estaba entera y cambiar el nombre al plato.
Desde entonces, su postre “¡Ups! Se me ha caído la tarta de limón” forma parte de los anales de la historia de la gastronomía.
Además de la interesante carta, el Restaurante Alberca propone 3 menús degustación que poco a poco van ganando la partida hasta plantearse si eliminar carta y centrarse en las propuestas cerradas que ya le demandan el 85% de los clientes.
Esta es la carta en junio de 2023 (extraída de su web):
Además, a fecha de junio de 2023 proponen 3 menús cerrados perfectos para conocer más en profundidad las nuevas propuestas de Mario:
- Menú Ceniza, por 55€.
- Menú Humo, por 45€.
- Menú Brasas, por 38€.
Puedes consultar los menús en su web.
El Restaurante Alberca se encuentra en la típica casona del casco histórico de Trujillo.
Paredes blancas, columnas de piedra y cubierta de ladrillo originales abajo, techo de madera en la planta superior y espíritu extremeño con amplio espacio entre mesas en un ambiente muy ameno.
Destaca sobremanera la terraza exterior vallada, una de las más codiciadas de la villa.
Aforo para unas 40 personas.
Recomendado por la Guía Michelín y la Guía Repsol.
Precio aprox: 25€-40€/persona (sin bebida).
Abre de viernes a martes para comidas y cenas. Cierra miércoles y jueves.
El Restaurante Corral del Rey es uno de los principales referentes en Trujillo para saborear cocina extremeña renovada en un ambiente elegante.
Ubicado junto a la Plaza Mayor.
Recomendado por las dos grandes guías gourmet: la Michelín y la Repsol.
Premio 2021 al Mejor Restaurante de Cocina Tradicional de Cáceres de En Salsa, la sección gastronómica del diario Hoy de Extremadura.
Especialmente asados y recetas extremeñas puestas al día con Menú Degustación por 33€.
El Restaurante Corral del Rey se ubica en una pequeña plaza bocacalle con la Plaza Mayor de Trujillo, en las dependencias del antiguo palacio de Piedras Albas, del siglo XVI.
Los comedores son elegantes, con mucha presencia del antiguo edificio, con piedra en algunas paredes y suelo cerámico. Ambiente acogedor.
La terraza en la plaza, con mesas amplias y separadas y sombrillas de día, son un auténtico lujo.
Aforo para unas 68 personas.
Sin web. Instagram.
Plazoleta Corral del Rey, 2, Trujillo, Cáceres (Extremadura).
Precio aprox: 41-65€/persona (sin bebida).
Abre todos los días para comida y cena.
El Restaurante de El Parador de Trujillo es un clásico en todos los sentidos: cocina regional en el remodelado comedor de un antiguo convento.
Como siempre en Paradores, gastronomía local renovada.
Esta es una selección de platos de su carta en junio de 2023 (extraída de su web):
El Restaurante de El Parador de Trujillo se ubica en el antiguo refectorio del Convento de Santa Clara, del siglo XVI.
Un amplio comedor diáfano y alargado con mobiliario tradicional de madera.
La sala ha sido profundamente reformada, por lo que ha perdido parte del espíritu histórico, pero no deja de ser un magnífico edificio de la Edad Media que te permite viajar al pasado.
Precio aprox: 28-70€/persona (sin bebida).
Abre de viernes a martes para comidas y cenas. Cierra miércoles y jueves.
Restaurante La Abadía es toda una magnífica sorpresa en Trujillo.
El local es y ha sido siempre una discoteca con una terraza maravillosa que también se usa para conciertos.
La estructura de la sala en dos plantas con escalera abierta, las barras y múltiples detalles denotan que estamos dentro de una de las grandes discotecas de la zona.
Pero desde 2021 decidieron aprovechar el local para ofrecer tambien el servicio de restaurante. Y han sabido plantearlo muy bien.
Buena comida, servicio extraordinario y ambiente agradable.
Estuvimos en invierno y cenamos en el interior, pero nos mostraron la terraza jardín con vistas al castillo y es una verdadera joya.
Pocas veces hemos vivido una atención tan buena y profesional como la que recibimos de los dos camareros de la Abadía.
Y hemos viajado muuucho.
Perfecta en todos los sentidos: educación, simpatía pero sin pasarse, empatía, inteligencia para saber medir muy bien la distancia adecuada con cada cliente, conocimiento completo del producto, buen asesoramiento, platos servidos a la vez, pendientes pero sin agobiar… impresionante.
Ya le gustaría a muchos Estrella Michelín.
Somos de enjuiciar cada detalle para poder valorar un establecimiento, y, si la comida y la experiencia fue muy positiva, el servicio fue de matrícula de honor y redondeó la velada.
Cierto es que era un martes de febrero por la noche y la sala estaba tranquila (en las fotos estamos solos porque solemos ir los primeros para no molestar a otros clientes con el reportaje fotográfico, pero luego se llenó gran parte del local) y no podrán responder igual cuando estén abarrotados en temporada alta.
Y sabemos que no son los dueños del negocio, que siempre motiva más, pero se notaban formados en el oficio y amantes de su profesión. Algo que es una maravilla observar y debemos reconocer y aplaudir.
¡Muchas gracias!
Amplia carta con opciones para todos los gustos.
Empezando por la excelente materia prima regional, algunas recetas locales y múltiples platos carnívoros centrados excesivamente en el cerdo.
Se nota el esfuerzo por tocar también la mar e incluso recurrir a conservas premium para diferenciarse con propuestas exclusivas en la villa.
Ojo, las raciones son enormes, especialmente para una cena.
Esta es la carta en junio de 2023 (extraída de su web):
Más de 50 referencias, empezando por los de la tierra que, como siempre, recomendamos primero.
En general la selección es muy comercial y por tanto con opciones a gusto de todos.
Como hemos dicho, La Abadía es una discoteca que en horario de comidas y cenas funciona como restaurante. Por tanto, también puedes tomarte una copa después si su horario de ese día lo permite.
Destaca su magnífica terraza ajardinada, desde la que se ve el castillo de Trujillo y en la que se organizan conciertos musicales.
Restaurante La Abadía ocupa un edificio antiguo de dos plantas en una calle cercana al Parador y a pocos minutos caminando de la Plaza Mayor.
Local oscuro, con luces indirectas, escalera central abierta y piedra en muchas de sus paredes.
Tiene un punto medieval con barras modernas.
Llama la atención la barra de la planta inferior con una pecera incrustada y la casa en miniatura en una pared, también con pecera y un pequeño terrario, por suerte, vacío. La verdad que no me gusta nada ver a cualquier tipo de animal encerrado.
Calle García de Paredes, 20, Trujillo, Cáceres (Extremadura).
Precio aprox: 40-97€/persona (sin bebida).
Abre miércoles a domingo para comidas y cenas y lunes solo comidas. Cierra los martes.
El 7 de Sillerías es un restaurante clásico y elegante de cocina tradicional española ubicado muy cerca de la Plaza Mayor.
Su alto nivel se refleja en el precio pero también en la calidad del producto y la sabia elaboración, además de en un servicio atento y muy profesional.
El local es elegante, con 3 ambientes distintos, desde una zona de barra con mesas altas, un sobrio comedor con viguería de madera y una estupenda terraza en un espacioso patio entre edificios.
Amplísima carta de gastronomía nacional con:
- 17 Entrantes, como bacalao dorado, alcachofa confitada con base de arroz cremoso y jamón crujiente, boletus con huevo y vieiras, micuit con pistachos y vinagreta de Pedro Ximénez con pan crujiente…
- 4 Ensaladas, como burrata con pesto y mermelada de tomate, milhojas de tomate con perdiz, ensalada de foie con vinagreta de Oporto y AOVE…
- 5 Pescados, como lomo de bacalao al horno y confitado de ajos dorados, rodaballo, pulpo a la brasa, gambones a la plancha…
- 10 Carnes, con varios cortes de cerdo ibérico, vaca madurada 45 días, ternera retinta, cordero lechal o pato.
- 10 Postres, como tarta de queso del 7, tarta de manzana, brownie, torrija de pan brioche con helado de leche merengada…
Puedes ver la carta en su web.
Más 80 referencias, con buena representación extremeña, amplia de Ribera del Duero y de Rioja y algo de Castilla y León y Jumilla.
El Restaurante El 7 de Sillerías está ubicado en un edificio histórico en una de las calles emblemáticas que llegan a la Plaza Mayor.
Cuenta con 3 conceptos diferenciados: bar a la entrada con mesas altas, más pensado para tapear aunque puedes comer de carta; comedor interior y terraza abierta en un gran patio dentro del edificio, muy agradable.
Precio aprox: 18,50€-52€/persona (sin bebida).
Abre todos los días de 13:15h a 16:30h y de 20h a 22:30h.
El Mesón La Troya es el restaurante más emblemático de Trujillo, en la mejor zona de la Plaza Mayor.
Negocio familiar con más de 100 años de historia, es un establecimiento popular, en cuanto a clasicismo y comida tradicional sencilla y sin complicaciones, con precios algo contenidos, teniendo en cuenta que disfruta de la mejor ubicacion de toda la villa.
Corría el año 1912 cuando Diego Barquilla e Isidra Solís emigraron desde Madroñera (Cáceres) a Hawai para dedicarse al cultivo de la caña de azúcar.
Les fue bien, y con lo ganado fundaron en 1921 la Pensión La Troya en el actual edificio.
La planta baja era la cuadra donde descansaban los caballos y burros de los viajeros. Y encima estaban las habitaciones, que, como antiguamente, se calentaban con el calor de los animales.
Más tarde el negocio pasó al hijo que tuvieron en Hawai, Plácido, que se casó con Concepción Álvarez Sánchez, de 18 años, y la cuadra se convirtió en mesón.
Concha enviudó en 1965 pero siguió al pie del cañón gestionando sola el negocio, algo muy poco habitual en su época y muy complicado, ya que las mujeres legalmente no podían ser titulares de cuentas en el banco, por lo que tenía que funcionar como “mujer de”.
En los años 80 cerró el alojamiento y se centró en la restauración.
En cocina desde primera hora de la mañana, con su esfuerzo y buen hacer convirtió el Mesón La Troya en todo un referente en la región.
Todo el famoseo de la época que pasaba por la ciudad visitaba su casa, como puedes ver en las fotos colgadas en las paredes.
Algo a destacar son las grandes raciones que siempre ha gustado servir, ya que en su tiempo había mucha hambre y Concha decía que el cliente tenía que salir de su casa bien comido.
Es más, te recibían con una tortilla de patatas y una ensalada para ir abriendo boca.
Poco a poco pasó a ser toda una institución y le valió numerosos reconocimientos, entre ellos la Medalla de Extremadura en 2006 (aunque falleció antes de poder recibirla), la Medalla al Mérito Turístico (1990) y el título de Cocinera Mayor por parte de la Confederación de Empresarios de Turismo de Extremadura (1998).
Tras 59 años al frente del negocio, Concha se jubiló a los 82 años y nos dejó 2 años después, en 2006.
El negocio lo retomó su nuera Carmen Blanco, ya que su único hijo falleció, y actualmente son también sus nietos Ulises y Elena los que están al pie del cañón.
Cocina tradicional regional y nacional.
Se caracterizan por la gran cantidad de sus raciones, y por la enorme diversidad de propuestas para elegir, con casi 60 platos.
Puedes comer de carta o uno de sus menús: Menú del Día A por 18,50€, Menú del Día B por 23,50€ y Menú Infantil por 8€.
En vinos cuenta con 19 referencias, con buena representación de Extremadura y algunos clásicos de Ribera del Duero y de La Rioja.
Se agradece que muchos de ellos se pueden pedir por copas.
Puedes ver la carta en su web.
El Mesón La Troya ocupa uno de los edificios más emblemáticos de la Plaza Mayor de Trujillo, que cuenta con más de 200 años de historia.
La puerta de madera de la entrada es la original de hace 2 siglos, y la productora de Juego de Tronos la incluyó en la serie cuando estuvieron rodando por estas tierras.
Lo mejor sin duda es la terraza, al sol y sin sombrilla, que domina la plaza con las mejores vistas.
El interior es un pasillo con la barra y dos comedores sin ventanas. Todo muy clásico y decorado con cerámica, fotos de famosos y de la historia del local y muchos escudos y regalos que clientes agradecidos le fueron regalando a la señora Concha, como se la conocía.
Mesón La Troya no permite hacer reservas, hay que ir directamente y pedir mesa en su horario de apertura: de 13:15h a 16:30h y de 20h a 22:30h.
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Foto cabecera: Iñigo Quintanilla (Best Rural Spain).
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